miércoles, 16 de noviembre de 2016

Mi madre

Ayer, 15 de noviembre de 2016, falleció mi querida madre, María Elisa Soler y Borghi de los marqueses de Rabell, con 90 años de edad. 

                                                     
Mamá en el día de su primera boda, enero de 1949.
                                         

De noble familia hispano italiana, Mamá vivió una infancia difícil. Estando en España al comienzo de la Guerra Civil, con diez años de edad, fue desplazándose a la finca de sus abuelos en Arenys del Mar, luego Perpiñán, Biarritz, Bélgica, Canadá y Estados Unidos para llegar a Italia donde vivía su madre Elisa con poco más de veinte años, al término de la segunda guerra mundial. Se casó dos veces, las dos bodas con destacados italianos. Su primer marido fue Galeazzo Ruspoli, duque de Morignano y de este matrimonio nacieron dos hijos Carlo Emanuele, casado con María de Gracia de Solís-Beaumont y Téllez-Girón, duquesa de Plasencia, y Lorenzo, muerto prematuramente.  Su segundo marido fue el conde Giovanni de Bellegarde de Saint Lary y de este enlace nació Roger, casado con Herminia Díaz-Deus. Tuvo tres nietos María de Gracia, Gabriela Cristina, Alejandro Federico y una biznieta María de Gracia, fruto del matrimonio de la primera con Javier González de Gregorio. 

Mamá dedicó su vida a querer y proteger a su familia, fue siempre una guía y una referencia para todos. 

Para despedirme de ti, Mamá que siempre estarás en nuestro corazón, aprovecharé las palabras de San Agustín: La muerte no es nada, sólo he pasado a la habitación de al lado. Yo soy yo, vosotros sois vosotros. Lo que somos unos para los otros seguimos siéndolo. Dadme el nombre que siempre me habéis dado. Hablad de mí como siempre lo habéis hecho. No uséis un tono diferente. No toméis un aire solemne y triste. Seguid riendo de lo que nos hacía reír juntos. Rezad, sonreíd, pensad en mí. Que mi nombre sea pronunciado como siempre lo ha sido, sin énfasis de ninguna clase, sin señal de sombra. La vida es lo que siempre ha sido. El hilo no se ha cortado. ¿Por qué estaría yo fuera de vuestra mente? ¿Simplemente porque estoy fuera de vuestra vista? Os espero; No estoy lejos, sólo al otro lado del camino. ¿Veis? Todo está bien. No lloréis si me amabais. ¡Si conocierais el don de Dios y lo que es el Cielo! ¡Si pudierais oír el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos ¡Si pudierais ver con vuestros ojos los horizontes, los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso! ¡Si por un instante pudierais contemplar como yo la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen! Creédme: Cuando la muerte venga a romper vuestras ligaduras como ha roto las que a mí me encadenaban\ y, cuando un día que Dios ha fijado y conoce, vuestra alma venga a este Cielo en el que os ha precedido la mía, ese día volveréis a ver a aquel que os amaba y que siempre os ama, y encontraréis su corazón con todas sus ternuras purificadas. Volveréis a verme, pero transfigurado y feliz, no ya esperando la muerte, sino avanzando con vosotros por los senderos nuevos de la Luz y de la Vida, bebiendo con embriaguez a los pies de Dios un néctar del cual nadie se saciará jamás.

Descansa en paz, Mamá.


El funeral por su eterno descanso contó con la participación del estupendo coro de amigos Coralia cuyo programa se detalla a continuación. A destacar la Ave María Guaraní de Ennio Morricone del que se adjunta esa versión interpretada por el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile, dirigido para tal efecto por el propio maestro italiano en su presentación en vivo en el parque Bicentenario de Vitacura, en la ciudad de Santiago, en Marzo de 2008. (https://youtu.be/fkQWmTJcb_4), y la Sonata para piano n.º 14 en do sostenido menor "Quasi una fantasia", Op. 27, n.º 2, popularmente conocida como Claro de luna (en alemán Mondscheinsonate), escrita por Ludwig van Beethoven en 1801 y publicada en 1802. Se trata de una de las obras más famosas del autor, junto con el primer movimiento de la Quinta Sinfonía y su bagatela para piano Para Elisa, entre otras magnificas melodías. Mi madre me enseñó a tocarla al piano, pero en este caso dejo la interpretación a Claudio Arrau quien lo hace magníficamente. (https://youtu.be/mtHKQWY6m80)




2 comentarios:

  1. Muy bonito Carlos, a tu madre desde donde esté, le encantarán estas bonitas palabras tuyas de despedida, que no de olvido..D.E.P

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  2. Muchas gracias querida Mercedes. Un gran abrazo.

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